Cristina – Fidel – Marianella – Chicha, de camino...
Respeto
Con Cristina no se jode. Pero esta mañana de domingo, a Windows Indulgente le toca estar solo en la Biblioteca de Villa Manuelita. Desde hace una semana, con la Highlander de Don Orione a la cabeza, el resto de la membresía sale por las noches a empapelar el barrio. Lo dicho: Con Cristina no se jode.
Enciende la compu y se va a poner
la pava. Cuando vuelve se encuentra con un mensaje de la Highlander y la lista
de tareas comunicacionales, atentos a no recargar de tareas a ninguno. La
política es una actitud que se lleva encima. La Highlander algo le
mencionó, el viernes cuando lo llamó a la Facu, acerca de la compañera Aretha Franklin.
Windows Indulgente, flasha con la
letra de la canción y el espíritu Luche y Vuelve de las últimas
carteleadas:
Todo sea por la letra traducida, a estas horas en la ciudad
absorta de macrismo y de frío, prefiere dejar a Disney y a la Pato Pocahontas de
lado, para mandarse con otro video, más adecuado, mientras abre los envíos
atrasados de la semana pasada del Proletario Suizo, desde El Salvador.
Ahora sí. Aretha y las demás negras le recuerdan el
barrio... El barrio más alegre de sus padres, claro, con aquellos pantalones
pata de elefante, minifaldas y camisas floreadas. Windows Indulgente, veterano
ya de bebé de las Marchas de la
Resistencia, sabe que no es tan así la alegría. La alegría
quiere lucha. Y las negras de Aretha bien pueden ser las mujeres que atienden
el comedor de la
Biblioteca...
"Claro – se dice Windows Indulgente, mientras le afana la
foto a la Agencia Paco
Urondo - se nos pasó de largo el 13 de Agosto...”
FIDEL CUMPLE AÑOS
Del Proletario Suizo I:
Compañeras y compañeros de la Biblioteca de Villa
Manuelita:
Hoy lunes 13 de agosto celebramos en el Centro Cultural
Nuestra América el Cumpleaños 92 de Fidel, con la presencia de compañeras y
compañeros de las embajadas de Cuba, Venezuela y Nicaragua y del movimiento de
solidaridad, organizaciones sociales y del Fmln.
Marianella García Villas:
LA ABOGADA DE LOS POBRES
Del Proletario Suizo II:
El testimonio de Mirna Perla sobre su amiga y compañera de
lucha :
A Marianella la conocí en un lugar denominado Bola de Monte,
en el occidente del país, en momentos que era una estudiante de los primeros
años de la Licenciatura
en Ciencias Jurídicas, colaboradora del Socorro Jurídico de la Facultad de
Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. El año: 1975, si mal
no recuerdo.
Andábamos indagando un problema de desalojo que habían
denunciado un grupo de familias campesinas, por amenazas de desalojo de tierras,
de pronto llego una mujer delgada, pequeñita con su traje de mujer de ciudad
que se había vestido para la ocasión, vestía con pantalones de lona azul,
camisa ligera manga larga, sombrero y su grabadora, inmediatamente los lideres
del lugar se acercaron a ella y el grupo de estudiantes de Derecho, les
acompañamos, para ampliar desde el punto de vista jurídico y según nuestras
indagaciones, la situación de esta gente que estaban angustiados porque se les
quería despojar de sus lugares de vivienda y de la tierra que sembraban para su
sustento. Era Marianella García Villas, una diputada, que pertenecía al partido
que en aquella época, era la oposición mas grande del país, el partido
Demócrata Cristiano.
Uno de los problemas presentes en todos los tiempos de la
existencia de El Salvador, ha sido el conflicto por la tenencia de la tierra,
que en un país pequeño como el nuestro de mas o menos 21.000 Kilómetros
cuadrados, con una concepción individualista sobre este preciado bien, que se
ha distribuido con criterios vinculados a los intereses de los exportadores y
quienes han acuñado grandes capitales. No importa cuanto se haya ganado en la
exportación del añil, luego el café, la realidad para nuestra gente, ha sido
recibir el despojo y desplazamiento de las tierras , contra la población
originaria del lugar, sin considerar en ningún momento sus derechos a la
tierra, a la vida digna.
Marianella, asumió en ese momento el compromiso de trasladar
esta petición a la Asamblea Legislativa, que por medio de Decreto podría
suspender este tipo de violaciones a los derechos humanos de estos
campesinos/as. Por supuesto que fue imposible, legislar para quienes no tenían
ningún poder. Ante una Asamblea totalmente dominada por los intereses del
pequeño grupo económico que ha dirigido el país, conocido por la Oligarquía.
Después la encontré en la Cámara Primera de
Lo Penal de la Primera
Sección del Centro, situada en San Salvador, donde yo trabaje
por un tiempo, en donde se conocía de los recursos de apelación en materia penal
y se le había dado la competencia para conocer en forma exclusiva, junto con la Cámara Segunda de
lo Penal situada en la misma jurisdicción, los casos de delitos contra el Orden
Publico según lo regulado en una ley de excepción que en esa época estaba vigente,
para perseguir a toda la “subversión”; debo decir que en esa Cámara se remitían
a todas aquellas personas que según los dirigentes políticos de derecha, debían
ser privados de libertad con seguridad, pues ahí lo que menos se atendían era
el respeto al debido proceso, menos las garantías y libertades consagradas en la Constitución.
Recuerdo haber visto a Marianella llegar como defensora de
los presos políticos de aquel momento(año1977-1980 vigente la Ley del Orden Publico), los
que ningún abogado en el ejercicio de su profesión y sobre todo en su sano
juicio se atrevía a defender, porque sería inmediatamente colocado en la lista
de los “subversivos”; su figura finita y delicada, por supuesto hacia temblar
de cólera y ponía nervioso y ansioso al Presidente de la Cámara Primera de
lo Penal, pues sabia perfectamente que sus actuaciones estaban reñidas con las
normas elementales del debido proceso y sobre todo, con la mas elemental moral
y criterios de justicia y equidad.
Marianella nació de un hogar formado por un padre español y
su esposa salvadoreña, formada con los valores espirituales de la religión
católica, una brillante estudiante del doctorado en Jurisprudencia y Ciencias
Sociales, contemporánea de Rubén Zamora, Lil Milagro Ramírez y otros juristas
que han tenido un desempeño en la vida publica del país, como el Dr. Belarmino
Jaime, actual magistrado de la
Sala de Lo Constitucional, ex presidente de la Corte Suprema de
Justicia. Ella pudo haber llegado a ser fácilmente presidenta de la República o de cualquier
Órgano del estado salvadoreño, si no hubiera escogido el camino de entregar su
vida por defender y promover los Derechos Humanos en una época en que
este esfuerzo era uno de los trabajos mas expuestos en El Salvador y en las
dictaduras de América Latina. Rigoberta Menchu, la líder Maya, me contaba
recientemente que recuerda las enseñanzas de Marianella, cuando ella daba sus
primeros pasos en el trabajo de incidencia, durante los períodos de sesiones de
la Asamblea General
de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Marianella Fundo la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador No
Gubernamental (CDHES), en marzo de 1977, junto a destacados profesionales del
derecho y otras disciplinas, entre los que estaban el Lic. Valentín Saúl
Villalta, el Dr. Roberto Lara Velado, Augusto Méndez, ambos juristas de
prestigio que fueron los primeros que tomaron la presidencia de esta
prestigiada Comisión que fue conocida como la “CDH”, sumándose a este esfuerzo
también el Dr. Roberto Rivera Martelli (actualmente desaparecido), que además
conocí cuando era estudiante de Medicina, por ser uno de los fundadores y muy
protagónico por cierto en la defensa de los Derechos de las/os Becarios
Salvadoreños, a tal grado que es también uno de los fundadores de la Sociedad de Estudiantes
Becarios Universitarios Salvadoreños (SEBUS) a la cual pertenecí, junto con
Herbert Anaya Sanabria. Herbert Anaya Sanabria se incorporo a la CDHES, para trabajar con
Marianella García Villas, y le tocó sustituirla cuando la asesinaron.
Marianella, como integrante de la Comisión de Derechos
Humanos, realizo una intensa labor dentro y fuera del país, con su dulce y
afable personalidad, fue pionera en el método de investigar todo tipo de
violaciones a los derechos humanos, ella personalmente junto con activistas de
D.H., se dedico a registrar todo tipo de indicios para poder dar respuesta a
las familias de las víctimas de desapariciones forzadas, acudiendo
personalmente o dirigiendo a los equipos para que acudieran a los famosos
botaderos de basura, que a finales de los años setenta y principios de los años
ochentas, fueron botaderos de cadáveres, a donde se iba a tomar fotos, indagar
datos sobre las circunstancias en que habían sido asesinadas estas personas,
para poder enseñarle a quienes buscaban un familiar desaparecido, y por eso,
ella trataba de dejar muy claras las señales especiales que presentaba la
persona que había sido asesinada. Los responsables, las dejaban sin
identificación, a veces sin cabeza, sin piel en el rostro o sin manos, con la
clara intención de que no fueran identificadas.
Su aporte trascendió a la denuncia en Naciones Unidas, en el
Sistema Interamericano, porque a nivel interno el sistema judicial, era parte
de la violación sistemática a los Derechos Humanos.
Su trabajo de recopilar pruebas la llevo a las zonas
conflictivas, donde el ejercito salvadoreño y la fuerza armada, realizaban
operativos denominados tierra arrasada, mediante los cuales se mataba todo ser
vivo que estuviera a su paso, niñas, niños, mujeres embarazadas, mujeres adultas
mayores, hombre incorporados o no a las organizaciones sociales, religiosas
culturales, o de la insurgencia armada. Animales, cultivos, todo tipo de
vegetación hasta el agua de los ríos y posos se envenenaba, con la finalidad de
“quitar el agua al pez”, eso significaba que había que dejar sin ningún tipo de
sustento y apoyo a la guerrilla.
Ante los operativos militares que afectaban directamente a
la población civil en zonas conflictivas, Marianella, como fue siempre su
actitud, se fue a la zona donde se estaban dando estos crímenes, para
documentarlos y presentar evidencias, ante las instancias de Naciones Unidas,
ante grupos solidarios que se invitaban a luchar por exigir al gobierno de los
Estados Unidos que suspendiera la ayuda militar al gobierno salvadoreño, que
cambiara su política hacia el salvador y se sumara a los gobiernos
democráticos, que estaban exigiendo una salida política al conflicto internos
del país. En marzo de mil novecientos ochenta y tres, en el marco del operativo
militar, denominado “Guazapa 10”,
implementado por el gobierno salvadoreño, ella fue capturada viva según
testigos sobrevivientes, de este hecho, conocido como “la masacre de la Bermuda” , donde
asesinaron un aproximado de cien personas de la población civil, que venían huyendo
del ejercito, por el lugar conocido como “La Bermuda” jurisdicción de Suchitoto, Departamento
de Cuscatlán; al darles alcance el ejercito, ahí encontró a Marianella, junto a
ese pueblo por el cual trabajo intensamente, por el cual dio su vida, convirtiéndose
como ella misma lo decía, “en un numero mas” víctima de tortura y asesinato.
Porque el Ejercito Salvadoreño, al principio difundió la noticia, afirmando que
una patrulla del ejército había sido atacada y que en el enfrentamiento cayeron
dos periodistas, un hombre y una mujer. Después dijeron que la “Comandante
Lucia”, llamándole así a Marianella, y afirmando que había caído en combate,
para justificar su asesinato. Ella, como tantas otras personas, que fueron
capturadas vivas y luego aparecían muertas, sin haber justificación alguna, por
el tipo de heridas que tenían, al haber sido capturadas. En este caso, las
heridas que presentaba su cadáver, evidenciaban que la torturaron hasta la
muerte. Al parecer, cuando la detienen, según los testigos la confundieron con
una periodista extranjera, por su aspecto físico y por llevar siempre su
inseparable cámara y grabadora.
El Comité de Prensa de la Fuerza Armada, dio
confusas versiones sobre su muerte, afirmando finalmente que ella murió en
combate, el día 14 de marzo.
Este asesinato, nunca fue investigado, ni se han sancionado
a los responsables de este acto, constitutivo de un verdadero crimen de lesa
humanidad. Que lamentablemente no es el único que afecto el trabajo de la CDHES, que fue perseguida
desde sus inicios en 1977. Sufrió atentados dinamiteros en su local, situado en
la Avenida España,
frente al cual fueron a tirar dos veces cadáveres de víctimas asesinadas,
amenazas a muerte anónimas como el pan de cada día, en octubre de 1980 fueron
asesinados Ramón Valladares y Magdalena Henríquez, quien fue detenida
desaparecida y su cadáver se encontró días después en la zona del puerto de la Libertad, el Dr. Roberto
Ribera Martelli, Eduardo Vides , América Fernanda Perdomo, Herbert Anaya
Sanabria, asesinado. El Dr. Augusto Méndez, el presidente de la CDHES, que asumió el cargo
después del Dr. Roberto Lara Velado, salió al exilio después de que le pusieron
una bomba en su vehículo.
Valga este medio para rendir un homenaje a Marianella, quien
supo servir a su pueblo, alzando su voz, poniendo todo su esfuerzo como
jurista, como filosofa, como salvadoreña consciente, para ser parte de un proyecto
tan noble, como es como es el trabajo por la defensa y promoción de los
Derechos Humanos.
Su esfuerzo incansable la llevo a visitar muchos países y
gobiernos, grupos de solidaridad, para denunciar las violaciones sistemáticas a
los derechos humanos, en El Salvador. Por esa labor incansable, tesonera
recibió reconocimientos de países como España, Francia, Noruega, contribuyó en
el esfuerzo que se hizo por el movimiento de Derechos Humanos, para que los
organismos internacionales como Naciones Unidas, reconocieran la situación de
Violación Sistemática a los Derechos Humanos en nuestro país.
Su lucha Inclaudicable por la justicia social, por el
respeto irrestricto a los derechos humanos, con esa calidad humana que la
caracterizaba, nos ha dejado un camino a seguir, hasta conseguir esa gran meta,
la cultura de respeto a los derechos humanos, la proteccion del Estado
Salvadoreño para los sectores mas vulnerables, especialmente a las miles de
victimas de las graves violacines a los derechos humanos que aun siguen
exigiendo la verdad, la justicia , reparacion y medidas de no repeticion de
estos hechos que tan valientemente recopilaron las organizaciones de Derechos
Humanos durante los aciagos días del conflicto salvadoreño.
Mirna Perla Jiménez
Aclaración del Proletario Suizo, autor de las
fotografías:
La Dra.
Perla Jiménez es viuda de Herbert Anaya Sanabria, torturado a
su vez y asesinado por la
Policia de Hacienda el dia 26 de octubre de 1987...
“Nunca sabés con qué te vas a encontrar” se habrá dicho Windows Indulgente, mientras bajaba un e – mail con el apelativo de Urgente…
CHICHA NO SE MURIO…
Y ahí se queda Chicha Mariani, en un pasillo de la Curia de la avenida Higienópolis, Brasil y también dictadura, pero Dom Paulo Evaristo Arns nos abría la puerta a todos los descuidados y desahuciados del Cono Sur, sin preguntar porqué ni cómo.
Las
fechas, recomiendan los Lectores de Incunables, hiperencabronados dicho
sea de paso con el pejotístico mutis en torno del intento de
magnicidio de Nicolás Maduro en Caracas, que las
ponga de suyo el compañero Lector.
Total, lo eterno siempre es Aquí y Ahora:
- Nene ¡Lo mataron a Somoza en Paraguay!
- Madre, algunos visitantes nos ven y se cruzan de vereda... Y nosotros para peor peronistas… Que nadie sabe qué quiere decir… Pero Usted...
- ¿Cómo no los voy a querer, Nene?... Soy profesora, trabajé en La Plata toda la vida. Los mejores de mis alumnos, fijate, se hicieron guerrilleros...
Ahora entiendo, quise decirle…
- Los milicos no se la van a llevar de arriba así nomás... Ya vas a ver... Se está hablando cada día más de un Juicio como el de Nuremberg... ¡Hasta Balbín lo dice!… Imaginate.
Qué te puedo decir Chicha, si eras el sindicato de los militantes…
Nunca te lo pregunté, seguro se conocieron con Marianella, en alguno de los pasillos del mundo solidario de entonces.
Chicha, a la vuelta de donde te despiden, en La Plata, están apaleando despiadadamente a los trabajadores de los Astilleros de Ensenada.
Me lo acaba de contar una de las presentes, todavía jadeando el Aguante. La próxima marcha, no sólo van a ser ellos, se descuelgan sobre la Capital, trayéndose a toda la Historia por el camino.
Entre nos, la profecía tiene cara de mujer.
Kamarada Dock Sur
Edición: Ilda Marques
Edición: Ilda Marques
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