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Foto: Daniel Villella - Templanza Suramericana |
A
mi compañera Ilda Marques
“No
pierdan el tiempo en acomodarlos... Los melones se acomodan en la
marcha.”
Juan PerónUna de cal y otra de arena, General, esta vuelta la pegó… No como en la previa, cuando la pesada metalúrgica se caga a tiros con su propia sombra en el Palco, nosotros en el medio y Usted que nos hace la pera... Esta vez Evita, va a presidir desde el edificio de su último abrazo, General, el mismo de su candidatura a la Vicepresidencia. Para empezar la Jornada, se deja oír por los altoparlantes el insolente chicotazo de su voz, hendiendo toda la 9 de Julio hacia Constitución, yendo a rebotar al otro lado del Riachuelo, donde la flamante Hiena Alfa se prepara y la preparan en el banco de suplentes. Nada es igual...
“Ezeiza...”
- se pasa la mano por la pelada el jubilado tornero rectificador
Leocatta, al lado mío - radiante mediodía al plantarnos frente a la
sede de la UADE (“Acá se
vienen a formar
los que, después, nos van a cagar a nosotros”...) relojea
alrededor, añade despacito y, como síntesis en cuerpo presente,
rimando los bombos y los redoblantes el conocido apotegma acerca de
los melones.
Y
sí, la embocó... Evita al frente pero con la cabeza de los
dirigentes o, en otras palabras, la bocha de “ausencias que suman”.
El arte de la parola presta ante el abismo del Apriete. A los
muchachos no les falla, hay que reconocérselo, por fulero asome el
porvenir invisible de la economía… No me diga que no se acuerda,
General, del “minuto loco de la Historia”.... Que fue como uno de
ellos designó aquella balacera - justamente lo que mi amigo
Leocatta, rememora - uno de los mismos que después - cuando el
Imperio del Capital y la Santa Banca terminen de concretar la jugada
contrainsurgente – les van a caber las generales de la ley. Se van
a tener que bancar cana (y picana, en algún caso...) aunque el
hombre no abre, ni ahí la boca y deja con las ganas de robarse las
“cuentas” orgánicas a sus verdugos, ansiosos por enriquecerse.
Que es por lo que vienen ahora los herederos offshores, saliéndose
de la vaina por resetear, un siglo después, la Semana Trágica de
Enero de 1919 que sus antepasados les deben a nuestros padres y
abuelos. Pero de ahí a exigirle el manejo político de la trastienda
histórica - más de cincuenta años atrás, estamos hablando -
sería demasiado pedirle a un alero de Vandor y, menos aún, a
cualquier discípulo del Loro. Esa última tarea entre todos los
recuerdos del futuro - por lo menos para los vagos del montón cuando
la masacre desatada corte el aire alrededor suyo, General - le va a
quedar a Dardo Cabo y al Desca...
Evita
al frente, pues... Al centro, forman filas los trosquistas,
camioneros a la derecha y a la izquierda, nosotros... Todo bien...
Los camaradas que tienen que tirarnos un palito con tal que los dejen
hablar en la Tele, los compañeros que están de vuelta en el nombre
del Hijo, y para no pegarse el palo de sus vidas por tres
generaciones y nosotros, que esta vez la hicimos cortita: “¡Paro
General!”....
Mientras los entendidos desde las tribunas futboleras, antes que nada
y por las dudas se largan ansiosos a deconstruir el Edipo
presidencial. Fíjese, incluso la Sarlo quien llegó a digerir
durante su fase maoística a Lopecito, nada menos, no se banca más
esta mierda. Y eso que la tipa a la cancha capaz que no va, aunque le
basta andar tomando notas por la calle, cada vez que salimos.
Me
pregunto, General, si al final tuvo de veras Ud. la dicha de un
sentimiento oceánico (el gozo de las voces todas...) como el de
Vamos
a Volver... Todo
gracias a Yo
La Peor de Todas
y esto, no creo vaya a sorprender, tan luego a Ud... Porque el
complejo oligárquico del pauer que pesa sobre los argentos desde ahí
arranca, General, desde el mero minuto loco. Si no fíjese los
apellidos prontuariados en Italia alrededor del comendatore Licio
Gelli, la OTAN y la pmqlparió... Estos tipos, mientras
contrabandeaban con los milicos como si se hallaran a cargo de la
Aduana de San Telmo durante la ocupación británica de William C.
Beresford - todo lo que antes se producía y daba trabajo a las
gentes - hasta el autodenominado cordobesismo en tierras del gringo
Agustín Tosco y el negro Atilio López terminaron de monsantear, a
partir de aplicar con diligencia el código de acceso menendizado en
La Perla. Y así cualquiera: a cada escamoteo crematístico, a la
retaguardia de cada negociado público, les queda de reflejo un apaño
político “ni – ni” superlógico,
incrustado en el Movimiento...
Sí,
está bien, Ud. moría por los bizcochitos de grasa y no terminar
como el general San Martín o Don Juan Manuel, pero acá tuvimos que
aprender, hasta los negros y será de tanto que nos inundaron con
importados, a aguantarnos los scones, es verdad “No hace falta”
putear... para acuerpar modales de las multitudes más proles,
organizadas y tiernas de Nuestra América, ahora que el Niunamenos
hace punta por todo el Mundo... ¿Se da cuenta?...
Mediante las luchas sociales de los Noventa conseguimos, por ejemplo, transformar la tercera persona del singular (Perón,Vuelve…) en la primera del plural y disputa - ni siquiera “de consignas” hizo falta - pues con hacer zozobrar su guerra solapada entre bolazos, que todos los santos días nos hacen los garcas - alcanza y sobra... Ahí los tiene: Santiago Maldonado y Rafaél Nahuel... Calidad humana, por eso anote estos nombres entre los inolvidables...
Con
lo que la mano viene más digna del Popol Vuh – y su terrenal
génesis de dioses vencidos merced la inteligencia y el afecto inter
- generacional de los Engendrados – que de Caín y Abel a los
premios y el paraíso perdido del pueblo elegido. Si nos ponemos a
pensar – dado que de intemperies algo sabemos - más pegadito a
Jesús (Carlos Villamor encabeza una lista en la Biblioteca de Villa
Manuelita….) y a las gentes de Espartaco y de Crixus (…el que
escribe se larga a suscribirla con lxs Muchachxs de Trelew.) que por
veinte siglos se hicieron cargo de todos los colores y sin necesidad
de pasarle factura a terceros expiatorios.
Evita
no se equivoca, su lectura, para decirlo más claro: su escritura
mediante instantes últimos del Cuerpo, se nos instala a la par de
Walter Benjamin, en esto de conducirnos con los tiempos largos de la
Historia: por algo los Odiadores de Roma (¡Al carajo con el
individualista y usurero de Voltaire!..) ya estigmatizaban por
fanáticos a los nuestros...
Y
a mucha honra, porque esta vuelta lo que se dice individuos
violentos, no vaya a ser resulten los mismos ciudadanos que,
creyéndose el verso amarillo, votaron esta porquería de gases
lacrimógenos. En cuanto a nosotros, el acto – y tal parece según
data propia - lo salvaron de otro estropicio infiltrado, dos mujeres
desencontradas. Sí, como lo oye. Dos fanáticas sueltas, igual que
las que el 31 de Marzo encararon a los ex – Triunviros del atril:
“Poné
la Fecha lpqtparió”...
Y si no escuche – Leocatta que no se pierde una, me codea: “Fijate
estas dos” - mientras pispeo a las dos recién llegadas y registro
lo que dicen:
-
Boluda, quedamos en Lima y Belgrano y cuando llegué, eran las dos y
media, ví unos encapuchados que se sacaban las máscaras y se iban.
Esos tipos no son laburantes.
-
Callate. Llego frente al Instituto el Cine y la calle, detrás del
palco primero estaba vacía, pero llegan como veinte tipos y se ponen
a cortar la calle. Se empiezan a envolver la cabeza y la cara, solo
se le veían las miradas, con una práctica que ni yo tengo. Entran a
repartirse los palos, negros y prolijitos, hasta las muñequeras,
como los de la Policía. Todos disfrazados igualito. Veo que sacan
una bandera roja y negra. Pregunto y no sabían ni lo que
significaban las siglas, la verdad intimidaban... Más allá estaban
unos camioneros, contentos, tranquilos, tomando y otra mujer, grande,
que maternalmente los cuestiona... Ahí ya me entro a sacar y les
pregunto de dónde son. “Del Conurbano” dicen. Les pregunto de
qué organización son. Y ahí, nada. Me miran con violencia. Y yo
otra vez: “Ustedes no son laburantes”. Y ellos, nada. Les grito
quién es el responsable de la organización y adónde está. Nada.
Voy a buscar a la mujer maternal y en eso sale el más viejo:
-
Nos tapamos así para que no nos identifiquen – dice.
-
Ustedes están provocando – le digo. Era un tipo algo gordo, me
mira feo y pregunta: “¿Qué prefieren: a éstos que se están con
una botella de cerveza en la mano o a nosotros?”
-
Ahí salta la otra mujer: “Ustedes están provocando. Son
infiltrados. ¡Para que venga la cana y nos caguen a palos
después!...” Y el tipo: “Estamos haciendo como en los Setenta ¿Y
vos de dónde sos?”... La otra mujer: “Yo vengo militando desde
los años Setenta y siempre fui del PC. ¡¡¡Qué estas
diciendo!!!”… Y el tipo que le dice: “Soy del PRT”... Y ahí
le salto otra vez:
-
Vos no sos nada del PRT. Y limpiate la boca antes. Decíme quién es
el responsable de esto – y es cuando nos muestra tres mujeres,
hablando por los telefonitos, que se ponen delante de los
encapuchados.
-
¡Ustedes no son militantes, ustedes son serpicos! Y se tienen que
ir. ¡Acá no tienen nada que hacer!... “Y ustedes quiénes son”
nos dice una.... “Del Partido Comunista” - les vuelve a decir la
otra mujer y me agarra del brazo: “Venite, vamos a verlo a
(Eduardo) Jozami” y yo le digo: “Vamos a avisarle a los
compañeros” y mientras no íbamos les decía de todo de tan sacada
que estaba... ¡estaba tan cagada!
En
ese momento, Leocatta me pega otro codazo, mientras susurra: “¡Mirá
y todavía dice que tiene miedo!” - pero en ese momento los llaman,
y después me cuenta: “Mi señora está viendo la tele y se siente
preocupada… ¡¡¡¡Viste
los encapuchados con los palos!!!!
Eso están mostrando….”
-
Me caigo de culo, hermana, lo que me estás diciendo... – a esas
alturas ninguna de las dos amigas de al lado, prestaba atención a
los discursos provenientes del escenario - El acto estaba anunciado a
la tres… Con la otra mujer nos separamos para llamarte a ver dónde
corno estabas… Por esa misma calle, detrás del palco, al rato que
vos viste irse a los chabones, tenía que entrar la camioneta que
traía a Moyano, las de Grabois, las de Yasky, las de Micheli y todos
los oradores... ¡El quilombo que hubiera sido!
¿Se
da cuenta, General?...
Ud.
le diría “manejo táctico sobre el terreno”. Evita, esa misma
noche habría armado una gran peña con los poetas para celebrarlo,
hasta arder las velas en el Hogar de la Empleada, junto a estas
compañeras. De cualquier manera, no les vendría mal a los oradores
echarse un repaso - por si las moscas Ni-Ni siguen cargosas - y
desenterrar el Programa de Huerta Grande de 1962.
Esto
fue el 21 -F y por cualquier cosa, el 8 – M nos volvemos a ver.
Las
mujeres son la clase universal de los seres humanos, General, y si se
lo menciono, no es solamente para honrar a nuestra ardiente Profeta
de la Aurora, como le decía Marechal. Tampoco para venir a hacernos
los hegelianos ahora, con “escenarios” donde hasta el último
orejón del tarro tiene algo para decirnos, pero si no es por ellas,
queda perdido en el ruido, el sentido común se le pianta entre los
que se miden a ver quién la tiene más larga.
La
metamorfósis popular y prolongada del Minuto Loco de Ezeiza en la
astucia cabecita de la Historia, es sin embargo cosa política harto
fehaciente a estas alturas del Tercer Milenio.
Ud.
General – a pesar de ser irremediable milico, como decía mi Vieja
cuando se ponía brava, cada vez que se mencionaba el
“renunciamiento” de Evita - machista no fue...
Si
no, yo no le cuento un carajo.-
23 de febrero de 2018
Nicolás
Doljanin